Incluso en tiempos de incertidumbre, los inversores están priorizando la inteligencia artificial (IA), la infraestructura crítica y las soluciones energéticas. Este es una de las principales conclusiones de la edición Q1-2025 del informe de KPMG Venture Pulse. En otras palabras, el capital riesgo parece estar ligado a cómo evoluciona el entorno y su actualidad.

Los datos indican una recuperación del valor total invertido en capital riesgo en todo el mundo, alcanzando los 126.000 millones de dólares en el primer trimestre del año. Este crecimiento fue impulsado por algunos mega acuerdos en inteligencia artificial, tecnología de defensa y energía alternativa.

Aunque el número de transacciones ha caído, el mensaje es claro: los inversores están priorizando la calidad, no la cantidad, y realizando apuestas concentradas en sectores estratégicos.

Lo que vemos es la consolidación de una nueva matriz tecnológica, con inversiones que integran chips, robótica, realidad aumentada (RA) y, sobre todo, plataformas con capacidad autónoma para tomar de decisiones.

Otro aspecto decisivo es el ingreso de las entidades gubernamentales en la ecuación. Estados Unidos, China y la Unión Europea han anunciado fondos multimillonarios para acelerar el desarrollo y la adopción de la IA.

Estas decisiones estatales tienen un propósito estratégico muy claro, mostrando que la competencia por el liderazgo en IA ha dejado de ser una disputa entre startups y corporaciones, adquiriendo una dimensión mucho más amplia, de índole geopolítica y de protagonismo.

Las empresas que operan en el ecosistema de capital de riesgo necesitan comprender este movimiento para adaptar sus estrategias. Las empresas basadas en tecnologías con aplicaciones tangibles (como energía limpia, defensa y salud preventiva basada en inteligencia artificial) están en el centro de las decisiones de los inversores.

IPO en espera

A pesar de las expectativas de que 2025 marcaría una reanudación en las ofertas públicas iniciales (OPI), los datos del primer trimestre indicaron lo contrario, y hay razones para ello.

Los principales factores detrás de la desaceleración son la inestabilidad en los mercados globales y el anuncio de nuevos aranceles comerciales por parte del gobierno de Estados Unidos, que han provocado un aumento de la aversión al riesgo, llevando a varias empresas a posponer sus planes de salir a bolsa.

En este escenario, las fusiones y adquisiciones (M&A) han vuelto a cobrar fuerza como una alternativa más viable, especialmente en sectores en auge como la inteligencia artificial (IA), la infraestructura y la ciberseguridad.

Para las empresas que invierten, gestionan o prestan servicios en el mercado de la innovación, el informe destaca tres movimientos que deben seguir de cerca:

Consolidación y verticalización en IA

El capital se está moviendo hacia soluciones específicas de sectores como la minería, la salud y la defensa.

Revalorización del riesgo

Las operaciones en etapas iniciales enfrentan más dificultades para recaudar fondos, lo que requiere estrategias sólidas de monetización y tracción desde el principio.

Liquidez selectiva

Los fondos están más atentos a las oportunidades de retorno parcial a través de inversiones secundarias y reestructuraciones de cartera, con un menor apetito por el riesgo.

Ante un escenario global todavía marcado por las incertidumbres económicas y geopolíticas, el informe muestra que el capital riesgo sigue vivo, aunque más selectivo que nunca. Los inversores están redefiniendo las prioridades, centrándose en la innovación con aplicaciones concretas y potencial de escala.

El futuro de las empresas depende de la IA. Se espera que a medida que la transformación y la innovación se afiancen, la productividad de la economía aumentará considerablemente.







Venture Pulse Q1 2025



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