Implementar un esquema de software asset management (SAM) de manera eficiente es clave para optimizar las operaciones empresariales. Los beneficios de un SAM bien ejecutado son sustanciales y variados, incluyendo reducciones de costos sostenidas, protección contra auditorías de software, la oportunidad de tomar decisiones de gasto en software más informadas, garantía en iniciativas estratégicas como migraciones a la nube o actividades de fusiones y adquisiciones, y redistribución efectiva de activos.
Sin embargo, incluso con un esquema de SAM, si no se orquestan cuidadosamente las actividades diarias, existe un riesgo real de que se produzcan brechas materiales en el funcionamiento y la comprensión. Este riesgo puede hacer que las ambiciones del SAM sean más lentas y difíciles de lograr, o en el peor de los casos, impedir que se alcancen los conocimientos y beneficios necesarios.
En KPMG, entendemos la importancia de una gestión de activos de software que no solo sea segura, sino que también aporte transparencia en el cumplimiento de los contratos de las licencias. Nuestro enfoque abarca desde la adquisición y despliegue de aplicaciones hasta su mantenimiento, uso y eventual eliminación, asegurando que cada etapa del proceso se maneje con eficacia. Con la experiencia de nuestro equipo, las organizaciones pueden reducir gastos innecesarios, limitar riesgos y maximizar el valor de sus inversiones en software.
KPMG puede apoyarle para integrar SAM como un componente esencial de la estrategia de TI, ofreciendo asesoría personalizada y soluciones a medida que se adaptan a las necesidades y objetivos específicos.
Con más de 20 años de experiencia como proveedores de servicios de gestión de activos de TI, hemos ayudado a numerosas empresas a comprender sus ecosistemas tecnológicos. Nuestro apoyo les ha permitido lograr ahorros significativos y evitar riesgos operativos y financieros importantes.