La oportunidad del turismo en Chile
La oportunidad del turismo en Chile
6,4 millones de turistas visitaron Chile sumando US$4.200 millones en ingresos durante el 2017.
6,4 millones de turistas visitaron Chile sumando US$4.200 millones en ingresos.
Durante 2017, llegaron a Chile 6,4 millones de turistas, un 13,3% más que en el año 2016. Esto ha conllevado un gasto total de los visitantes de US$4.200 millones. A primera vista, las cifras parecen representar un éxito del turismo chileno, mientras que en su detalle ocultan riesgos relevantes y oportunidades únicas para su desarrollo.
Los principales riesgos se ponen en evidencia cuando vemos que la media de gasto de turistas en el año 2016 fue US$683 por visitante y en el ejercicio 2017 ha sido US$ 656, lo que ha supuesto un caída del 4% del gasto unitario, es decir, cada vez los turistas dejan menos dinero en el país.
El otro riesgo está en cuáles son los principales mercados emisores de turistas a Chile. De los 6,4 millones de personas que llegaron, el 51% de ellos son argentinos, que suponen en cifras, un gasto de US$1.353 millones. A priori, puede parecer que Chile tiene en sus vecinos argentinos a su principal admirador, pero lo que realmente ocurre es que el “turismo” argentino tiene su principal motivación en el comercio, que es atractivo para ellos por el tipo de cambio que les favorece, la accesibilidad a boletos aéreos económicos y por las altas tasas de incremento de precios que ha tenido ese país en los últimos años, lo que hace merecer la pena el cruce de la cordillera para adquirir los productos de consumo chileno.
El riesgo radica en que una vez se estabilicen los indicadores argentinos, como lo están haciendo en el último año, Chile perderá una parte importante de este “turismo” de compras. Esto se hace evidente con las últimas estadísticas de Hoteleros de Chile, donde se observa como las pernoctaciones en Santiago suben un 13,4% mientras que en regiones caen un 24%, provocado por este efecto.
La oportunidad para el turismo de Chile viene por tres vías: Primero, turismo interior, que apoyado por el desarrollo de las aerolíneas de bajo costo, va a provocar que los movimientos interiores, cuya motivación principal es el turismo, aumenten de forma significativa.
Adicionalmente, el turismo de la región —el cercano— que gracias al despegue aéreo no solo hace que los chilenos viajen más y más barato a Sudamérica, sino que facilita a todos los vecinos de la región la visita a un país sin estacionalidad, donde pueden llegar hasta la Patagonia en verano, el desierto y las playas del norte en invierno.
Por último el turismo de larga distancia como Europa, Estados Unidos y a Asia, facilitado por la Alianza del Pacífico; gracias a las conexiones cada vez mayores en número y a la capacidad de las aeronaves de hacer vuelos crecientemente más largos, para así poder conectar Asia y Latinoamérica sin escalas.
Finalmente, lo importante para poder aprovechar estas oportunidades, es mejorar la oferta hotelera y la oferta complementaria del país, que servirá para unificar la imagen de calidad de Chile tanto dentro como fuera de las fronteras.
Lo segundo es mejorar la infraestructura y conectividad con el exterior, para que el trabajo de las aerolíneas de bajo costo, se vea acompañado con una mayor eficiencia y calidad de la infraestructura que disminuya más el precio de los boletos.
Lo tercero es mejorar la promoción de larga distancia, a través de un esfuerzo turístico multinacional, dado que el consumidor de Europa, Estados Unidos y Asia, busca circuitos en la región, aprovechando un largo viaje para conocer los distintos destinos locales.
Por último la segmentación. Ya que el turismo de naturaleza es un atributo con alto valor pero que, siendo un segmento de nicho, nunca hará que Chile acoja a todos los visitantes que tiene la capacidad de alojar y con ello que se dé a conocer por el resto de los atractivos que tiene como nación.
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